sábado, 30 de abril de 2011

Primera Parte

A Noelia, mi ángel. Últimamente la vida se me desliza, acabo de salir de una mala época, un bache de mi vida, la perdida de mi única hermana. Desde que ella se fue, todo ha cambiado radicalmente, después de salir del hospital, por estar ingresada unas semanas, a causa, de mi mal emocional, debido a que no terminaba de creerme, que ella se fuese, a dejar de comer, y a apenas dormir. Ha pasado ya casi un mes, parece que todo, pasase ayer, como es posible, que ella haya muerto, y lo que mas me duele, es que ni si quiera pude decirle un simple adiós, ni si quiera un beso de despendida, nada de nada, solo una mala noticia dada por teléfono. Ella, era mi vida, mi pequeño ángel, que alegraba mis días, con esa dulzura, que solo ella sabia dar. Nació un cinco de febrero de mil novecientos noventa y siete, era pequeñita y delicada, como una muñeca de porcelana, al poco de nacer, se la llevaron a Madrid, había nacido mal del corazón y le operaron, también era síndrome de down, una persona bellísima, y que con tan solo ocho años de edad, me abandono. De ojos grandes y castaños, y de pelo rojizo, tenía un carácter diferente, dulce, pero también muy protectora. Definitivamente me dejó físicamente un dieciocho de julio de dos mil cinco, a tan sólo dos días de mi cumpleaños, cuando yo me disponía ha hacerme un año mas vieja, cumplía los trece años, espiritualmente para mí sigue viva, aun que yo haya cambiado tanto, sigo conservándola dentro de mi. Mis padres, decidieron que como todavía estábamos en vacaciones, aprovechásemos, y nos escapásemos a algún rinconcito de España, alejado de todo el mundo, de la mano de Dios, y así fue, nos fuimos sin rumbo, y acabamos en los pirineos, era algo diferente, mama intentaba unir a la familia, que todos sobrellevásemos su muerte juntos, y no cada uno por su lado, ya no éramos cuatro, ahora solo nos habíamos quedado tres, tres almas divagantes y un perro, la herencia de mi hermana, era su perro Linda, su única amiga de verdad. Para mi el significado de la vida había dado una vuelta de trescientos ochenta grados, por aquel entonces entendí la típica frase ‘’ la vida esta llena de espinas, rosas y alambres’’.